El tramo de control administrativo, hace referencia a la cantidad de personas y departamentos que obedecen exclusivamente a un gerente específico. Cuando se ha dividido el trabajo, han sido creadas las secciones y elegido el sector de dominio, los jefes seleccionan una línea de mando; es decir determinan quién depende de quién e indican la cantidad de trabajadores que un administrador puede dirigir eficaz y eficientemente, lo cual a su vez especifica, el número de niveles y gerentes que una organización posee.
Esta conjetura en ocasiones, es llamada amplitud administrativa, extensión de mando e incluso capacidad de control y señala el número de empleados que deben responderle a un gerente y en efecto, el grupo de subordinados que éste puede supervisar. Cuanto mayor es el tramo de control o más amplia resulta la extensión administrativa; entonces más elevada será la cuantía de subalternos para cada jefe y si es inferior o más ceñida la capacidad administrativa, menor será el número de trabajadores a cargo.
Es decir, hay un margen con respecto a la cantidad de subordinados que deben informarle a un ejecutivo, para que éste desarrolle su labor de forma eficacia y eficiente; dicho límite comprende de dos a diez subalternos, de acuerdo a los siguientes factores que influyen en el tramo de control o de administración:
La facultad del tramo de control es totalmente básica, motivado a que a mayor amplitud o categoría, se establece la medida exacta de los niveles jerárquicos que hay, por supuesto la proporción de administradores, responsables, jefes o coordinadores que debe emplear la organización y esto producirá un efecto de eficiencia en el plan de la estructura organizacional. El conjunto de empleados que un administrador puede dirigir de manera eficaz, la eficacia y eficiencia del inspector reside en el monitoreo que dicho supervisor puede llevar a cabo, para realizar un seguimiento y poder estimar las funciones que efectúa el personal a su cargo, en función de la consecución de los objetivos.
Contar con un tramo de control apropiado permite:
Mientras más extenso sea el tramo de control, más eficaz será la compañía, en términos de costos; sin embargo, se puede indicar que en ciertos aspectos un tramo de control demasiado amplio, afecta el rendimiento de los trabajadores, ya que los supervisores no cuentan con el tiempo para brindar el liderazgo y el apoyo que ellos requieren. En tanto, los tramos de control limitados, permiten que el administrador pueda conservar un control estricto, pero asimismo posee algunas desventajas, entre las que se pueden señalar:
Esta conjetura en ocasiones, es llamada amplitud administrativa, extensión de mando e incluso capacidad de control y señala el número de empleados que deben responderle a un gerente y en efecto, el grupo de subordinados que éste puede supervisar. Cuanto mayor es el tramo de control o más amplia resulta la extensión administrativa; entonces más elevada será la cuantía de subalternos para cada jefe y si es inferior o más ceñida la capacidad administrativa, menor será el número de trabajadores a cargo.
Es decir, hay un margen con respecto a la cantidad de subordinados que deben informarle a un ejecutivo, para que éste desarrolle su labor de forma eficacia y eficiente; dicho límite comprende de dos a diez subalternos, de acuerdo a los siguientes factores que influyen en el tramo de control o de administración:
- Formación de los subordinados.
- Precisión de la representación de autoridad.
- Transparencia de los proyectos.
- Empleo de planes objetivos.
- Celeridad de los cambios.
- Métodos de comunicación.
- Interacción personal necesaria.
- Consecuencias de las juntas.
- Ocupaciones por niveles.
- Capacidad del administrador.
- Dificultad de las tareas.
- Actitud de los subalternos ante la aceptación de los deberes y riesgos.
- Experiencia de los subordinados.
La facultad del tramo de control es totalmente básica, motivado a que a mayor amplitud o categoría, se establece la medida exacta de los niveles jerárquicos que hay, por supuesto la proporción de administradores, responsables, jefes o coordinadores que debe emplear la organización y esto producirá un efecto de eficiencia en el plan de la estructura organizacional. El conjunto de empleados que un administrador puede dirigir de manera eficaz, la eficacia y eficiencia del inspector reside en el monitoreo que dicho supervisor puede llevar a cabo, para realizar un seguimiento y poder estimar las funciones que efectúa el personal a su cargo, en función de la consecución de los objetivos.
Contar con un tramo de control apropiado permite:
- Monitorear de una forma correcta el desempeño de los subalternos.
- Valorar y deducir detalladamente los procesos que se desarrollan en la empresa.
- Facilita la retroalimentación de los medios constitutivos.
- Tomar decisiones en forma mediata, en caso de producirse la desviación de objetivos.
- Sostener una comunicación continua, cordial y efectiva con el equipo de trabajo.
Mientras más extenso sea el tramo de control, más eficaz será la compañía, en términos de costos; sin embargo, se puede indicar que en ciertos aspectos un tramo de control demasiado amplio, afecta el rendimiento de los trabajadores, ya que los supervisores no cuentan con el tiempo para brindar el liderazgo y el apoyo que ellos requieren. En tanto, los tramos de control limitados, permiten que el administrador pueda conservar un control estricto, pero asimismo posee algunas desventajas, entre las que se pueden señalar:
- Significa un costo elevado, ya que incrementa los niveles de gerencia,
- Al aumentar los niveles de gestiones, produce la disminución de la toma de decisiones y que la alta gerencia por lo general se retraiga.
- Hace que el intercambio comunicativo vertical se torne más complejo dentro de la organización.
- Promueven una supervisión más intensa que desmoraliza la autonomía y libertad del trabajador.
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